El programa “Nuevos lugares docentes: desafíos para la enseñanza” parte de la idea de acompañar y de fortalecer las trayectorias profesionales de maestros, maestras y profesores a través de una línea de trabajo que se estructura sobre dos pilares fundantes:
- El Estado es el principal garante de los derechos educativos de los niños y de las niñas.
- La docencia es una tarea colectiva que, pensada con un otro/a, fortalece el nivel y posibilita el mejoramiento de la escuela.
Con esos supuestos, este programa desarrolla tres proyectos de nuevos roles laborales docentes. Los tres comparten algunas ideas básicas:
- La primera de ellas es que el/la docente debe tener distintas oportunidades laborales a lo largo de su carrera profesional (30 años) que impliquen desafíos profesionales;
- La segunda idea está relacionada con la necesidad de vincular el desempeño del nuevo rol con alguna instancia de formación sistemática. O sea, que un nuevo desempeño laboral debe ir de la mano de componentes formativos;
- La tercera se basa en la convicción de que, en sus recorridos profesionales, los y las docentes acumulan saberes, prácticas, distintos conocimientos que, en determinados encuadres, son valiosos y transmisibles para la mejora de la práctica profesional de otros y otras docentes. Se concibe a la docencia como tarea colectiva y, como tal, es función del Estado generar espacios colegiados;
- La cuarta idea está vinculada con la conformación y con la duración del rol. Se las define a término y, una vez transcurrido ese período, la propuesta es que los/as docentes vuelvan a estar frente a alumnos y alumnas.
- Por último, los proyectos se sostienen en una valorización simbólica de la tarea de enseñar que apunta a fortalecer la mirada profesional del rol.