El ISEP adhiere a la campaña mundial de la ONU Mujeres “ÚNETE para poner fin a la violencia contra las mujeres” que se realiza con el objetivo de aumentar la concientización sobre la problemática de la violencia de género. En Córdoba se realizarán, durante 16 días, numerosas actividades que buscan sensibilizar y reflexionar en torno a las diferentes formas de violencia y a la complejidad de esta problemática que afecta a mujeres en todo el mundo.
Una de cada tres mujeres sufre violencia a lo largo de su vida, independientemente de su estatus social, clase, país o grupo etario. Por ello, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha venido trabajando desde su creación, en 1945, por los derechos humanitarios que involucran a las niñas y mujeres de todo el mundo.
En el año 2000, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó al 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y, desde entonces, ha convocado a gobiernos y organizaciones sociales a coordinar actividades que eleven la conciencia pública e inviten a la reflexión sobre la profundidad de esta problemática.
La fecha ya había sido elegida por militantes y activistas de todo el mundo, quienes -desde 1981 y en favor del derecho de las mujeres- salían a las calles cada 25 de noviembre para honrar la memoria de las hermanas Mirabal, tres activistas políticas de República Dominicana que fueron asesinadas -ese día de 1960- por su ferviente oposición a la dictadura de Rafael Trujillo.
Desde su designación oficial, la ONU ha trabajado en conjunto con los países miembros para organizar eventos, actividades e intervenciones que pongan el foco en la violencia hacia las mujeres.
Campaña ÚNETE para poner fin a la violencia contra las mujeres
Lanzada en 2008, la propuesta es una iniciativa plurianual que busca prevenir y eliminar la violencia contra las mujeres y las niñas en todo el mundo. Los 16 días son considerados a partir del 25 de noviembre -Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer- hasta el 10 de diciembre -Día de los Derechos Humanos-.
Durante este período se organizan actividades, talleres e intervenciones en distintos países que buscan provocar un grito mundial en contra de la violencia de género. El color que identifica la campaña es el naranja, este año bajo la consigna “Pinta el mundo de naranja, #EscuchameTambién”.
En Córdoba, la Provincia ha dispuesto iluminar de naranja todos los edificios públicos provinciales y ha organizado una serie de propuestas que se pueden consultar en el portal de noticias Gobierno provincial.
En el ISEP, las paredes del instituto se poblaron de mensajes y contenidos sobre la violencia de género y las distintas formas en las que puede presentarse.
Datos sobre la violencia de género
La ONU Mujeres -el departamento de las Naciones Unidas que se dedica a promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres- estima que el 35 por ciento de las mujeres ha sufrido violencia física y/o sexual por parte de un compañero sentimental o violencia sexual por parte de otra persona en algún momento de sus vidas.
A su vez, unas 15 millones de chicas adolescentes (de entre 15 y 19 años) a nivel global han sido obligadas a mantener relaciones sexuales forzadas en algún momento de sus vidas. En la inmensa mayoría de los países, el principal riesgo para las adolescentes es verse obligadas a mantener relaciones sexuales por su pareja o expareja, ya sean novios, compañeros sentimentales o maridos. Según los datos recogidos en 30 países, solamente el uno por ciento de ellas ha buscado ayuda profesional.
En tanto, en el ámbito escolar, las niñas tienen más probabilidades de sufrir acoso psicológico y burlas por el aspecto de su rostro o de su cuerpo que los niños. La violencia de género en el aula es un importante obstáculo para la escolarización universal y el derecho a la educación de las niñas.
Otros hechos aberrantes como la mutilación genital y el matrimonio infantil continúan siendo prácticas frecuentes en muchos países del mundo y tienen, hoy más que nunca, dimensión internacional debido a los movimientos de población de mujeres y niñas refugiadas.
Es ante este estado de situación que la campaña pregona que las voces de las niñas y mujeres de todo el mundo sean escuchadas, promoviendo, a su vez, que los países elaboren leyes de protección a la mujer y castiguen severamente los actos de violencia de género sin distinción social, ideológica, política o religiosa.