Fue en el marco del Encuentro de Docentes “Diálogos sobre pedagogía, a propósito de la escuela en el siglo XXI”. La jornada del martes estuvo destinada a los cursantes y equipos de tutores de la Especialización en Educación y Medios Digitales. Esta instancia propició la oportunidad para pensar la escuela atravesada por la digitalización de la cultura.
La segunda jornada del Encuentro de Docentes “Diálogos sobre pedagogía, a propósito de la escuela en el siglo XXI”, estuvo destinada a repensar el espacio escolar en la contemporaneidad y a cómo construir suspensión en tiempos de digitalización para que los estudiantes tengan la posibilidad de descubrir el mundo.
En este encuentro, destinado especialmente a los cursantes de la Especialización en Educación y Medios Digitales, disertaron los investigadores y pedagogos Jorge Larrosa, Jan Masschelein e Inés Dussel.
Paola Roldán, coordinadora de la especialización, fue la encargada de dar inicio a la jornada y aprovechó la oportunidad para referirse a los desafíos de los docentes en la escuela contemporánea: “Pensar la escuela hoy, pensar quiénes son nuestros estudiantes, pensar qué pasa con el reconocimiento, qué pasa con las prácticas cotidianas dentro de la escuela, es una preocupación para cualquier docente que habita una escuela”.
Más tarde fue el turno de Inés Dussel, quien abrió el debate sobre la necesidad de asumir el espacio escolar como tiempo libre para “suspender” el mundo y que todos los alumnos puedan profanar el conocimiento desde la libertad e igualdad de condiciones. La especialista afirmó que se transita un contexto en el que la escuela como institución enfrenta muchos cuestionamientos. Bajo ese escenario, sostuvo la necesidad de dar lugar a ciertos debates que permitan resignificar el espacio escolar: “Me parece que poder repensar qué es la escuela, cómo queremos reinventar la escuela, cómo lograr que lo que hace lo haga mejor, es central”. Así, afirmó que las discusiones principales pasan por reflexionar en torno a “cómo hacemos para suspender en un contexto en el que es cada vez más difícil suspendernos” y “qué hacemos luego con esa suspensión”.
Por su parte, retomando el concepto de suspender, Jorge Larrosa destacó el rol del alumno que cobra vida desde que atraviesa la puerta del aula: “Uno se convierte en alumno cuando atraviesa la puerta del aula. El profesor también se convierte en profesor cuando atraviesa la puerta del aula. Y la categoría de profesor también es de alguna manera institucional: yo soy profesor porque alguien me ha dicho ‘usted puede ser profesor’. También es una categoría posicional: en el momento en el que uno atraviesa la puerta del aula está en posición de profesor. A lo mejor, la obligación de la universidad y del profesor es convertir a los alumnos en estudiantes. Hacer de una categoría que es puramente administrativa y solamente posicional, una categoría que sea existencialista y pedagógica”.
A su turno, Jan Masschelein reflexionó con los cursantes sobre el lugar que ocupa la escuela en una sociedad atravesada por la idea de productividad y las implicancia que supone esto en el aprendizaje. Para el especialista belga, la escuela se ha convertido en un espacio para preparar a los alumnos en la productividad del mundo del trabajo: “Fábrica y escuela, en este momento, son lo mismo; y eso es algo así como el final de la escuela. Ahora todo el tiempo es productivo; la sensación es que ya no hay más tiempo libre. Todo el tiempo tiene que ser para producir algo”, concluyó.
En un segundo momento de la jornada, los cursantes, coordinadores de tutores y tutores de la Especialización en Educación y Medios Digitales tuvieron la posibilidad de mantener un diálogo de primera mano con los autores.
“Ha sido un encuentro sumamente provechoso para que nosotros podamos, de alguna manera, comenzar a re-preguntarnos ciertos interrogantes que nos interpelan en nuestra tarea como docentes y trabajadores de la educación”, manifestó Gabriel Tobarez, tutor de la especialización, y añadió: “Hemos mantenido un diálogo que permitió afinar ciertas conceptualizaciones acerca de cómo trabajar nosotros en un contexto en el que permanentemente se ve interpelada la escuela por los medios digitales; también sobre cómo hacer para que no se colonice la escuela en detrimento de otras demandas externas a lo que acontece dentro del aula”.
Por su parte, Gabriel Scarano, también tutor de dicha propuesta de formación del ISEP, expresó: “Este tipo de encuentros nos sirve mucho para enriquecer nuestra mirada sobre la práctica docente, sobre los textos, sobre la teoría. Es muy bueno realmente poder compartir estos espacios donde, además, hay varias formas de interactuar con los autores: en paneles, en mesa de debates, en conferencias. El conjunto de las dos jornadas ha sido muy enriquecedor”.